¿Aprender a programar o programar para aprender?, esta es la cuestión.
Cuando hablamos de asignaturas ‘complementarias’ que facilitarán a nuestros hijos la incorporación al mercado laboral, propiciando su éxito profesional, como es el caso de los idiomas o la informática, generalmente ignoramos o minusvaloramos aspectos esenciales de estas enseñanzas, realmente poco explorados y explotados pero mucho más importantes que su propio fin curricular, por lo que hay que empezarlas a ver más como un medio educativo que como un fin literal:
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